
Y abrazarte intentando meterme en ti, apretando bien fuerte para que el corazón en uno de sus latidos, pop, alcance a meterse en tu cuerpo, y que siga latiendo allá, o entre aquí y allá, estrujarte en la quimera de vencer la materialidad de la piel y conseguir que se mezclen vísceras, sangre, pulmones, sensaciones. Vacío mi cerebro de razones para darte cabida a ti, a tus palpitaciones, quedo suspendida en el intento sincero de sufrir una auténtica invasión, te aprieto hasta no dejar hueco dentro de mi.